
Biblia socialista, con su viejo y su nuevo testamento.
A la noticia de la puesta de largo de doña Susana le faltaban todos los requisitos del hecho noticioso: sabíamos que la presidenta andaluza y no la balear se presentaría a las primarias, sabíamos que lo haría ayer y sabíamos que comparecería arropada por los gerifaltes de antaño de su partido. Esto último ha llamado especialmente la atención: suponemos que en vez de Felipe, Guerra, Zapatero y Rubalcaba, la gente esperaba a Errejón, Owen Jones, Varoufakis y nombres sexys por el estilo. Pero la insólita audacia de Díaz la ha llevado a rodearse de socialistas históricos, vaya usted a saber por qué y paren las rotativas.
La foto de Susana entre viejos difiere del tema bíblico en que la seductora aquí es ella y los canosos sólo ejercen de cooperadores necesarios de su plan. Que no es otro que recuperar el PSOE de toda la vida, el PSOE-PSOE. El partido mayoritario que Pedro Sánchez secuestró y que ella viene a rescatar. Ninguna imagen contribuye a ese mensaje de entronque dinástico como el posado con la jerarquía veterotestamentaria; otra cosa es que a la foto le falte el pie de foto, en concreto la pregunta, mirando de reojo a José Luis, de cómo hemos llegado a esto.