Archivo de la etiqueta: opio marxista

Yolanda ya no es de nadie salvo del viento

Sabíamos desde Gide que con buenas intenciones se hace mala literatura, pero Yolanda Díaz nos está enseñando que con buena literatura se hace mala política. De la novela de aeropuerto al poema de polideportivo, la musa del Magariños incurrió en una dosis letal de cursilería. Ahora entendemos por qué prometía salud bucodental para todos y todas: se trata de combatir las caries que provoca el azúcar de su discurso. «¡Basta de que solo recurramos a la cultura en tiempo electoral!», exclamaba la oradora mientras recurría a la cultura en tiempo electoral. Cuando en un pico de hiperglucemia invocó el bien de la «res pública», la calavera de Cicerón rebotó de cólera contra las paredes de su tumba.

Leer más…

Deja un comentario

9 abril, 2023 · 20:02

Emoción de orden

Nuestro director suele emplear un sintagma preciso para describir el corrimiento de la opinión pública: «emoción ciudadana». De la correcta interpretación de ese pálpito colectivo depende el éxito de cualquier estrategia electoral. Es una forma de anclar los análisis a la tesis poco discutible de que vivimos en una democracia sentimental, de que la tecnología acelera la deriva teatral de la política, de que el voto está fuertemente condicionado por sesgos irracionales, de que el ideal de régimen deliberativo no deja de ser un ideal. La secuencia psíquica del votante la detalló Iván Redondo en su día: el personal primero se emociona, luego (si acaso) piensa y al fin decide.

Leer más…

Deja un comentario

9 abril, 2023 · 19:59

Yo para ser mujer quiero un camión

Si fuera mujer no saldría hoy a la calle con una pancarta sino con un lanzallamas. O embestiría con mi camión de camionera contra el happening de activistas desocupadas que me cortara el paso, suceso registrado en Barcelona que simboliza el final de la legislatura-más-feminista-de-la-historia. Porque si fuera mujer estaría harta de ser no ya la mercancía carnal de Tito Berni, sino la mercancía electoral de Pedro Sánchez. Harta del galán de tranvía que proclama la paridad para los demás, mientras vacía de significado registral la condición femenina y blinda a los alfas de confianza en la puntita de su poder ejecutivo. Harta del vaquero de caderas cimbreantes que entregó el Ministerio a la mujer de su vicepresidente por el mero hecho de serlo y porque consideraba tal materia una maría sacrificable. Harta del robot de maxilar prensil que avala la ley garrafal de su ministra de Igualdad contra las advertencias de propios y extraños y luego la deja sola comiéndose el marrón de un descrédito social inextinguible, días después de haber dejado sola también en su escaño a la ministra de Justicia a la que ordenó taponar el mayor coladero de violadores de Europa. Harta del hombre cobarde que solo sale de palacio rodeado de un set autoportante de publicistas y una escuadra preocupada de seguratas: el hombre que abandona siempre a las mujeres mientras sigue jurando que las protege. Como si ellas necesitaran su protección y no que las dejaran en paz de una puta vez.

Leer más…

Deja un comentario

9 marzo, 2023 · 16:36

Pedazos de feminismo chocando entre sí

Hay un hombre que padece íntimamente el advenimiento anual del 8 de marzo. Como esas familias mal avenidas cuando ven acercarse la cena de nochebuena, este hombre no encuentra motivo de celebración en la gran fiesta del feminismo, movimiento que a él sólo le ha traído desgracias. Su rudimentaria inteligencia emocional nunca ha dejado de representarse la sexualidad como un juego de suma cero en el que la cuota de poder y de placer ganada últimamente por ellas equivale a la que ha perdido él. Ni chistes verdes le dejan contar ya. Este hombre no comprende que extendiendo su sentido de la deportividad a la esfera afectiva ganaría atractivo, y reduciría los fracasos que alimentan el resentimiento machista que aleja a las mujeres de él. Pedalea en una rueda inmóvil que le hace sufrir y lo radicaliza.

Leer más…

Deja un comentario

7 marzo, 2023 · 10:06

Macbeth en Ferraz

El espectáculo del sanchismo desmoronándose ante nuestros ojos sorprende más viniendo de quien encontró método en la locura e hizo costumbre de la excepcionalidad. Esta legislatura macbethiana, llena de ruido y furia, ha creado una expectativa revolucionaria que los enemigos de la democracia del 78 esperan ver satisfecha; pero también ha alimentado un tempestuoso anhelo de estabilidad que infla las velas demoscópicas de Feijóo. De ahí que Pedro se debata entre seguir resueltamente la senda radical o explotar el foco del semestre europeo como si no hubiera degenerado en mandatario argentino. Cuando arremete contra Ferrovial, sumando la efigie odiosa de Rafael del Pino a aquel tramabús que Podemos puso a circular por las calles españolas, opta por lo primero; pero cuando envía a Bolaños a Bruselas para controlar los daños del dictamen sobre el uso de los fondos o del próximo informe sobre el deterioro del Estado de derecho revela preocupación por los efectos de su propia obra política. Habituado a mentir a los españoles, duda que pueda engañar con igual facilidad a las autoridades comunitarias. El dulce periodo en que era posible manipular a todos todo el tiempo -incluyendo a las estadísticas- con la excusa de la alarma pandémica se terminó: debe elegir.

Leer más…

Deja un comentario

6 marzo, 2023 · 11:18

Política para suicidas

Hay una izquierda interesante en los diagnósticos y garrafal en los tratamientos que encarna como nadie Íñigo Errejón. No es habitual que el portavoz de un partido con dos diputados logre que todo el hemiciclo, de Bildu a Vox, vote a favor de la misma proposición. Ha sucedido esta semana con el plan de prevención del suicidio que presentó Errejón con oratoria honesta y voluntad de acuerdo, esos dos mamuts extintos de nuestra política. El diputado recordó que cada día se suicidan once españoles y lo intentan bastantes más; que muchos otros emiten señales desatendidas; que tener cerca a alguien puede marcar la diferencia entre vivir o morir; y que el Estado debe facilitar ese acompañamiento, por ejemplo mediante bajas laborales concedidas a los acompañantes de personas diagnosticadas con riesgo de suicidio.

Leer más…

Deja un comentario

26 febrero, 2023 · 18:52

El cine español existe, luego disfruta

De la pasada edición del Orgullo recuerdo la chapa que se atrevió a lucir Yolanda Díaz en la solapa: «Existo luego te jodes». Me sorprendió porque se supone que Díaz propugna una nueva forma de hacer política que acaricia sumas, derrocha sonrisas y dispensa cuidados. En violento contraste, aquella chapa proclamaba la política de siempre, la dialéctica amigo-enemigo, el tribalismo más primario, la militancia entendida no como defensa de la identidad propia sino como desafío a la identidad ajena. Solo hay algo peor que reducir la ideología a una chapa: reducir el arte a una chapa. Por ejemplo el séptimo arte.

Leer más…

Deja un comentario

10 febrero, 2023 · 8:15

El sueño del activismo suelta monstruos

Tu ideología se define por tu relación con el derecho. Si en él encuentras un límite a la emancipación social impuesto por la clase privilegiada, eres de izquierdas. Si en un código que te precede adviertes una garantía de libertad decantada por siglos de prueba y error, eres de derechas. Cuando Podemos pedía romper el candado del 78 delataba el punto de vista del ladrón: los candados solo molestan a quien no tiene la llave que protege la propiedad. Cuando en una sociedad crece tanto el resentimiento que la mentalidad de propietario es superada por la mentalidad de asaltante, se produce un momento revolucionario.

Leer más…

Deja un comentario

7 febrero, 2023 · 10:13