
Patria.
Ha cometido Isabel García Tejerina el peor error que un político posmoderno puede cometer: decir la verdad. O al menos acercarse demasiado sin el debido látex retórico. Fascina la ingenuidad de Tejerina cuando a diario se prenden hogueras digitales bajo el culo de los columnistas que contravienen la omertá identitaria, sea de género, de clase o de leso terruño. Reconocer en televisión la brecha documentada entre alumnos andaluces y castellanos: a quién se le ocurre. Y encima una del PP, con fama de elegante en las revistas y cuenta corriente muy saneada: la clasista perfecta. A Susana Díaz le faltó tiempo para envolverse en la túnica solemne de Blas Infante, padre de la insultada patria andaluza, humilde pero digna, doblada pero no partida. Oféndete y vencerás.
Como yo no me presento a las elecciones, ni mi futuro depende de la explotación clientelar del victimismo, ensayaré algunos pensamientos libres. Por ejemplo que Andalucía no existe, sino solo los andaluces. Y que los segundos, los individuos concretos, llevan demasiado tiempo siendo víctimas de la primera, la coartada abstracta que siempre se convierte, según Johnson, en el último refugio de los canallas. Los electores andaluces deberían ser los primeros en exigir de sus representantes el amor sincero de la reforma y no el gemido reaccionario de la santa tierra. Como si la tierra no fuera, efectivamente, de quien la trabaja. Y los exámenes de quien los estudia.
Entrevista de Bermúdez Cañete a Keynes: «Otras veces, he estado en Andalucía. Me gusta mucho con sus flores y sus ciudades, pero… -y aquí pasa al inglés, para dar más fuerza a su pensamiento- prefiero a Castilla. La España pobre, que para comer ha de trabajar con ingenio y habilidad» – EL Debate 10-06-1930. Parece que La Pasionaria preguntaba a Castilla del Pino cuando éste fué a visitarla a Moscú por B. Cañete y por el mejor diario de los treinta, El Debate. A buenas horas, señora. Lo de ´ha de trabajar´ es cierto, como lo era en tiempo de Machado, de Abel y supongo que quomodocumque. Por eso, aunque a un adolescente pueda parecerle que la vida cerca del Duero rezuma espesorrrrrrrrrrr en ocasiones, se aguantará e irá a las clases y estará a lo que se está. Me ha sorprendido ver cómo se comportan los alumnos de otros sitios, no necesariamente Andalucía. No creo que sean notables -tan notables, entiéndame- los resultados de mis paisanos. Desde luego, no creo que sean políticos (por favor). Simpemente, abre uno los ojos y se da cuenta de que de algo habrá que vivir. Si en los alrededores viven en el planeta Pimpinelo, mejor para ellos. Números, desde luego los tienen. Y no se hagan ideas simplistas de lo que hay por aquí: me encantó una memoria de Umbral en la que se decía de su madre que tiró `El Camino’ de Delibes, ese buey marrajo, con el comentario, bien bien justo, de que no valía el papel en que estaba impreso.