
Les habla el único periodista de este diario que lamenta el regreso de la tilde a solo. Durante años batallé por la adecuación de nuestro libro de estilo al criterio académico en las reuniones editoriales de EL MUNDO, pero salí derrotado. Los otros jefes despachaban mis argumentos con una mezcla de piedad y escepticismo, aferrados a su memoria escolar, y Joaquín Manso recurría siempre al mismo escabroso ejemplo para desautorizarme: «Esta noche tuve sexo solo dos veces». ¿Exceso onanista o coito doble? Trampa saducea de nuestro director para elevar la excepción a norma.