
Suena el teléfono en el despacho de cierto directivo de medios de orientación progresista.
-¡Buenos días, presidente! Qué sorpresa. Normalmente hablamos con Félix…
-No está el patio para secundarios. El país necesita mi liderazgo, no sé si captas el doble sentido. Verás, no me complace el modo en que el periodismo independiente está contando mis últimas decisiones. Me refiero a la reforma de la sedición y la malversación y a la limpieza en el Poder Judicial.