
El PP está en el desfiladero de las Termópilas, solo que los persas no son sanchistas sino casadistas. Los lidera todavía un conocido vigoréxico de Murcia que de momento enfrente solo tiene a una masa de descontentos desorganizados bisbiseando su desazón y exigiendo cabezas desde el sofá. Hablar, lo que se dice hablar, han hablado las de siempre: Esperanza y Cayetana. El resto está chateando muy enfadado y transmitiendo consignas a tertulianos, fórmula segura para la derrota que brindará, eso sí, nuevas ocasiones de seguir chateando muy enfadado y seguir transmitiendo consignas.