
Un par de tránsfugas infames o dos héroes del voto en conciencia. Desobediencia al partido que los colocó en sus listas o respeto al acta personal que la Constitución les confía. Cobardes por haber ocultado sus intenciones o valientes por exponerse a la purga orgánica. Cómplices de los oscuros manejos de Teodoro, célebre alcahuete de opas, o víctimas de los oscuros manejos de Esparza con Bolaños, que blandió un fajo de fondos con una mano y el palo de una reprobación con la otra. Fatuos en busca del aplauso de tertulianos derechistas o insomnes en vela por el rostro ceñudo de sus vecinos pamploneses. Qué son Sergio Sayas y Carlos García Adanero, aparte de navarros. Que no es poco.