
Pacto de progreso PSOE-Podemos.
Hemos descartado muy rápido que don Sánchez, que viajó a Lisboa convencido de que peregrinaba a la meca del pacto de progreso, no fuera alcanzado allí por el aguijón ponzoñoso de un Aedes aegypti proveniente de las antiguas colonias. Esto explicaría no sólo que hubiera contraído el Zika, sino también que lo hubiera portado hasta la Carrera de San Jerónimo, por donde se habría extendido infectando a portavoces parlamentarios, estrategas del partidismo y diputados en stand by.
Aventuro este diagnóstico a la vista de los síntomas de microcefalia política que presenta la España postelectoral. El espectáculo de filibusterismo, cuquería y grosero instinto de supervivencia que ofrecen nuestros representantes desde el 20-D sólo podría disculparlo una epidemia. Si el pacto es el parto de los políticos, más nos vale que vayamos poniéndole velas a la Bicha de Balazote, símbolo íbero de fecundidad.