
La nueva política.
Imagino a mi compañero Pedro Simón preocupado por la represalia que el ‘youtuber’ al que entrevistó, Rubén Doblas, alias Elrubius, anunció ayer en tuit apocalíptico: «Bueno, pues hoy probablemente haga un video(sic) cagandome(sic) en la prensa, por que(sic) me la han vuelto a liar. Esta vez no me quedare(sic) callado».
Y miles jaleando al púber justiciero, cuya primera venganza se consumó contra la gramática. Se ve que no le ha gustado contemplar su reflejo en el PAPEL, pues un pez que nada en su elemento de plasma no resiste ya el contacto visual con la letra impresa. Y eso que Pedro le trata con deferencia paternal. Nada: la lobotómica compaña rubia echó el domingo llamando fascista al entrevistador. A mí también -aunque yo tengo ya costumbre, no diré vicio-, porque retuiteé la entrevista con esta coda: «urge limitar el sufragio universal». A cualquier alfabetizado por el plan antiguo se le hace evidente el carácter irónico de esa coda. Pero Twitter es el cementerio donde yacen la sutileza y la comprensión lectora, asesinadas a manos de furiosos catetos literalistas.