
El presidente, a quien en adelante llamaremos Pedro y sobre esta piedra edificaremos sus trolas, presentó su tercer plan anticrisis, a ver si con esta va la vencida. Lo bueno de que la economía española sea la mejor de Europa, al decir de Pedro, y al mismo tiempo esté necesitada de un plan anticrisis tras otro es que permite a Pedro estar en dos lugares a la vez y que los dos sean mentira: el liderato y el plan. Apunté como pude otras muchas mentiras que fue encadenando la voz de Pedro, especialmente aflautada para la ocasión, porque cuando Pedro miente a lo grande -como en los balances de fin de año- modula la voz hasta licuarla en un hilillo de dulzor fónico solo al alcance de una teleoperadora erótica. El amor que ofrecen estas teleoperadoras es mentira y las promesas de Pedro también.