
Yo sé que no eres un cínico. Tu convicción es sincera, tu inquietud muy real. Sobre nuestra democracia -no te han contado que fue fruto de la reconciliación entre franquistas y antifranquistas; verás cuando te enteres de que la lideraron los primeros- piensas que se cierne la amenaza terrible de la involución. Que Podemos tendrá sus cosas, pero es la izquierda al fin y al cabo: progresistas preocupados por la desigualdad. Que los independentistas cometen errores, pero son sensibles a las causas que importan: feminismo, ecología, salud mental. Que Sánchez no terminaba de gustarte, pero hoy toca cerrar filas con todas y cada una de sus decisiones si no queremos que Vox acabe en La Moncloa persiguiendo a los gays, a los negros, a las mujeres, a los catalanes.