
Antes sirio que español.
Exageramos un poco cuando decimos que el hombre es un animal racional. No lo será tanto si se hace nacionalista. Claro que cada cual afronta como puede las dos desdichas seguras que incluye la vida: la muerte y los impuestos. La fe nacionalista aún no salva de la primera, pero promete la emancipación de los segundos. Y permite a un manifestante echarse a la calle convocado por el sufrimiento sirio y volver a casa reafirmado en la necesidad de un Estado propio, milagro que resolvería a la vez los problemas de los sirios y los de los catalanes.
El bueno (Zoido), el feo (Catalá) y el malo (Urdangarín) de la semana en La Linterna de COPE
Antes de que el sonrosado Rufián ascendiera a su escaño al congreso me daba la sensación viendo las intervenciones de su grupo de que se trataba de los tres cerditos, tan orondos e impelentes. Ahora viéndolo a él, tan tostoncito en su eterno traje de príncipe gitano, se ha perdido algo de la sensación de unidad que antes había ¡Cachis!