Parece una paradoja que el auge editorial de Julio Camba (Vilanova de Arousa, 1884-Madrid, 1962) coincida con la ruina del periodismo tradicional, amén del cincuentenario de su muerte que se conmemoró el año pasado. Asombra la vigencia de la prosa cambiana en su estilo y en sus temas, sancionada por el favor de nuevas generaciones de lectores que descubren al gran genio español del columnismo del siglo XX ahora que cualquier bloguero con pretensiones se llama a sí mismo columnista. Pero quizá no sea tan paradójico el resurgir de Camba (a quien hace diez años nadie leía ni reeditaba en este país) en tiempos críticos para el periodismo, porque es conocida la facultad selectiva de las crisis para expurgar únicamente lo mejor con cierto ánimo de reivindicación. Y Camba no sólo es de lo mejor que le ha pasado a la historia del periodismo español, sino de lo mejor que podría sucederle a su futuro.
La editorial sevillana Renacimiento, con un primor ya reconocible, publica ahora las crónicas escritas por Julio Camba entre 1912 y 1915, siendo corresponsal en Alemania para La Tribuna primero y para el ABC de Torcuato Luca de Tena después:
–Pero si yo no sé alemán.
–Eso no importa, lo hará usted muy bien –le contestó el fundador de ABC.
Camba, que venía de cubrir las corresponsalías más excitantes de Londres y, sobre todo, de París, encaró Berlín con una desgana que la siempre fina ironía de sus artículos deja traslucir perfectamente. «Yo soy el hombre menos alemán del mundo», declaraba, y aunque pasó allí dos años y escribió algunas de las mejores crónicas de su vida periodística, nunca llegaría a encariñarse de lo germánico. Regresó aliviado a Madrid en los inicios de la Gran Guerra, aunque él dijo que volvía por aprensión de sabiduría, porque empezaba a notarse «síntomas así como de ir adquiriendo un criterio científico para todas las cosas» y él no quería defraudar a sus amigos castizos del café volviendo del país de Kant hecho un sabio de levita.
«Pero quizá no sea tan paradójico el resurgir de Camba (a quien hace diez años nadie leía ni reeditaba en este país)».
López García, Pedro Ignacio. Julio Camba: el solitario del Palace. Espasa, 2003.
Lo primero de todo es disculparme por el atrevimiento de escribirte sin conocerte. Te escribo en este apartado rincón de tu blog, porque no veía otra forma de ponerme en contacto contigo y porque soy fan incondicional de Julio Camba.
Me llamo Juanma Brun y soy abogado y escritor, Algunos de mis escritos han tenido un relativo éxito y algún que otro premio (menor, para qué engañarnos). Te escribo para hacerte una propuesta: acaba de editarse mi última novela (la he recibido hace apenas diez minutos, pero no la presentaré hasta principios de octubre) que quedó finalista en un concurso de una pequeña editorial entre otras doscientas candidatas. Es una sátira de la actualidad social y política bastante punzante y divertida, que estoy seguro que te va a encantar..
Tengo tanta fe en este libro que ME COMPROMETO (soy abogado por lo que te aseguro que este compromiso-oferta tendría que cumplirlo y abonarte lo convenido) A ABONARTE 500 EUROS SI DESPUÉS DE LEÍDA NO TE PARECE UNA DE LAS NOVELAS MÁS DIVERTIDAS ESCRITAS EN ESPAÑA DESDE SIN NOTICIAS DE GURB. Te aseguro que el compromiso precedente no es broma. Es un compromiso firme y que me vincula desde el momento mismo de esta propuesta.
Eso sí te pediría que en el caso de que te parezca una obra tan divertida como piensan los que han tenido ocasión de leerla ( recientemente un ganador del premio EDEBE y ALFAGURA me dijo de ella “Quiero decirte lo primero que hacía mucho tiempo que no me reía tanto con la lectura de una novela. Es un texto brillante, ácido, divertido y entretenido, todo a la vez. Me parece que has realizado una radiografía genial de los españoles de todo pelaje a través de un espejo deformado (a veces no tanto), como los de Valle Inclán, que da una idea muy aproximada de las grandezas y bajezas de nuestro tiempo”) que por favor la reseñes en El Cultural.
En el caso de que estés interesado en la propuesta, indícame una dirección física (si quieres la remito a la sede del periódico) donde remitirte el libro, o si prefieres te la remito por correo electrónico.