
Alfonso Guerra será octogenario, pero todavía arma jaleo cuando concede una entrevista. Aunque a Sánchez Pérez el poder lo está avejentando a buen ritmo, no logro imaginarlo dando entrevistas interesantes con 80 años. A esa edad -y bastante antes- Su Sanchidad no despertará el interés de nadie, ni siquiera el de Carlin, que seguirá luchando contra Franco desde algún soleado geriátrico de la España plurinacional.