
Con la libertad que solo concede el dinero de generaciones de lectores, y con el coraje que solo se demuestra plantando cara no a fascistas de ficción sino a etarras de verdad, Fernando Savater anunció en El País que hoy votará a Isabel Díaz Ayuso. Las reacciones de los pordioseros mediáticos del sanchismo, incapaces de valerse ni de la opinión que alquilan a Ferraz ni del talento que nunca han tenido, carecen de interés. Lo interesante es analizar por qué nuestro intelectual más significado en la lucha contra el nacionalismo -de Franco al procés, pasando por ETA- declara su simpatía por aquella a la que se acusa de haber inventado nada menos que el nacionalismo madrileño. ¿Se ha vuelto nacionalista Savater o son sus críticos los que caen en la histeria de una analogía paranoide, dictada a pachas por la pereza y la venalidad desde la chepa nutricia de Moncloa? ¿Está naciendo otra nación a la orilla del Manzanares?