
Democracia directa.
Al constatar este españolísimo triunfo de la vetocracia que nos aboca al 26-J recuerdo la mejor frase de ‘Braveheart’, que no sale de la arenga de Wallace pintado para la batalla sino de su mastodóntico lugarteniente, quien aboga por la democracia directa del hachazo. Wallace le razona que la guerrilla no da para más, que es preciso contar con los jefes de los clanes. Es entonces cuando el gigante pelirrojo blande su argumento definitivo:
-Son políticos, William. No se pondrían de acuerdo ni en el color de la mierda.
Veamos. Independentistas, hay. Maniqueísmo de gente contra oligarquía, también. No faltan atizadores de odios tribales. Para que España termine de parecerse a la Escocia medieval ya sólo queda que Patxi López implante en el Congreso las falditas, a cambio de erradicar por completo las corbatas.