Archivo mensual: septiembre 2015

Epispasmo catalán

Comisión constitucional.

Comisión constitucional.

Los judíos helenizados de la época de San Pablo se reconstruían el prepucio mediante una operación quirúrgica que se llamaba epispasmo. Se trataba de judíos que, al contacto con la ilustración griega, se avergonzaban de la amputación estipulada por un dogma tribal heredado y pagaban al mejor cirujano para que les restituyera lo perdido. Y si algo tan taxativo como la circuncisión es reversible, ¿por qué no iba a serlo el españolismo en Cataluña, que ayer venció a ‘Revueltos por el Sí’ en números redondos?

Cualquier independentismo en la Europa del siglo XXI entraña una castración irracional de derechos adquiridos, de estatus monetario, de ciudadanía ganada, de inversiones seguras. Que al cabo de un tiempo la herida cicatrice y el órgano demediado pueda valerse por sí mismo para ejercer sus funciones pasablemente no lo dudo, pero no por ello el tamaño deja de importar, como bien sabe Nacho Vidal. Los ciudadanos de Cataluña, celosos de su integridad viril, atentos a las luces de la razón emitidas desde todas las potencias occidentales, han decidido defender en las urnas todo el ancho y el largo de su soberanía frente a los castradores. Y nos felicitamos por ello como de cualquier avance de la ciencia sobre la superstición.

La cuestión ahora estriba en confiar las heridas ya infligidas a las mejores manos. El epispasmo constitucional que necesita Cataluña requiere mucho cariño, inteligencia, estudios superiores, gasas y una cantidad indeterminada de desinfectante. Haría bien Artur Mas -ese hombre que quiso capar a los demás y acabó esterilizando a su propio partido- en colocarse en esa farmacéutica para aprender los rudimentos sanitarios.

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30 septiembre, 2015 · 11:04

Diplomacia benzemista

No se puede ir a la guerra sin Francia.

No se puede ir a la guerra sin Francia.

Siempre es importante que el Real Madrid vaya líder y que el Barça encaje cuatro, pero en esta semana más si cabe. Y si cabe Mas, que no está claro. Disculpen el chiste. En todo caso el miércoles resultó sencillo separar deporte y política, fútbol y Margallo, porque competían a la misma hora. Huelga decir qué elegimos ver Chencho Arias y yo, que nos hallábamos en León con la troupe de Herrera.

Paseas con Chencho por el barrio húmedo y le va parando toda la ciudad para testimoniarle su adhesión o cobrarse un selfie.

-He sido secretario de Estado, mediador en Cuba, extra en dos películas de Berlanga y, cuando trabajaba para la ONU, daba cócteles todas las noches en mi piso de Manhattan. Pero me paran por haber sido director general del Real Madrid -me aclara el diplomático, que es tan benzemista como yo mismo, aunque escatima méritos al galés.

Chencho es famoso por su pajarita como Karim lo es por sus controles, y en ambas personalidades hace sede la elegancia. Juega en el Athletic un Balenziaga que, si se llamara sencillamente Balenciaga -y no queremos importunar con esto a la Reina Letizia-, nos evocaría al genial modisto que con más rigor fijó la premisa de la elegancia femenina: la medida del grosor de una mano entre la piel y la tela. Justo lo contrario de lo que requiere la elegancia en el fútbol: que no sobren centímetros entre la bota y el balón. Es lo que logra Benzema con sus controles, pero también con sus remates (está en su mejor arranque goleador desde que llegó al Madrid) y sobre todo con su inteligencia, que desquicia a la zaga más voluntariosa.

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Comentario en COPE: ¿A qué está abocada Cataluña?

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26 septiembre, 2015 · 10:42

Adiós, Artur Mas

La bandera mirando al traidor de soslayo, y no al revés.

La bandera mirando al traidor de soslayo, y no al revés.

Pequeño burgués miserable, dios de los espíritus castrados. Tu epitafio político está a punto de escribirse, quizá con la pluma de tus propios aliados -quien traiciona a un traidor ya se sabe-, y tu lápida lúgubre que borrará la Historia exhala hacia el cielo, en fétidas volutas que esquivan las águilas, el olor untuoso de la descomposición. Si nos acercamos a tu tumba ya cavada descubriremos una leyenda que reza: «El hombre que rompió».

Rompiste primero con tu palabra de aplicado contable, cuando escribiste que la independencia era un anacronismo. Rompiste con tu destino estrictamente autonómico. Rompiste tu programa, el mandato de los votantes, la representación de todos los ciudadanos de Cataluña. Rompiste con la vergüenza, con la responsabilidad, con las funciones profesionales que estipulaba tu contrato con el Estado.

Cuando el vértigo de la ruptura terminó de poseerte, decidiste romper con todo. Quebrar la Constitución, partir tu partido, desanudar los afectos con el resto de españoles, introducir la división en las familias catalanas. Encabezaste un frente antisistema: ¡tú, burgués canónico, que eres el puro Sistema! Que has vivido en él y de él toda tu vida, y que no sabes hacer otra cosa.

Con tal de seguir rompiendo cosas te internaste tan hondamente por la vía de la impostura que extraviaste el camino de regreso a la verdad. Confundiste la izquierda y la derecha, la historia y la propaganda, España con tus vesículas biliares, la audacia con la impunidad. En tu delirio de caballero de mesa cuadrada inventaste gigantes opresores donde solo había aspas de molino girando al 3%, y pagaste a pintores de corte feudal que tienen los santos cojones de llamarse periodistas. Aprendiste a llorar con el alma vacía, a pordiosear sin dejar de amenazar. Perfeccionando una lucrativa tradición, te reivindicaste para los restos como el amo del chantaje victimista, de la lágrima pasivo-agresiva en la que se mojan y revuelven los papeles de colonia y de metrópoli, de pobreza y de riqueza, de egoísmo y de solidaridad. La moral que la justeza semántica protege se fue un día por el inodoro de Sant Jaume junto con tus escrúpulos marrones.

El cinismo se volvió compatible con el sentimiento más húmedo. El cosmopolitismo con las miras paletas de un desertor del arado. El ombligo nacional de la prosperidad con el culo desgarrado del ultraje.

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25 septiembre, 2015 · 12:58

Quevedo, preso en León

Cuesta creer que fuera cárcel.

Cuesta creer que fuera cárcel.

Aquí una nueva entrega sonora de El Parnasillo, esta vez con Quevedo como protagonista: hicimos el programa de Herrera desde León, y nos alojamos en el sublime Parador, en su día horrible cárcel donde penó cuatro años don Francisco por espía.

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24 septiembre, 2015 · 19:40

Nuestro Tsipras

"Ya tú sabes".

«Ya tú sabes».

Es sabido que en cualquier noche electoral, como en cualquier estudio general de medios, suelen ganar todos los partidos, que además celebran con unánime júbilo la fiesta de la democracia. Pero nunca antes habían ganado, a la vez que Alexis Tsipras, tantos actores y tan dispares.

A uno, que ha consumido mucha ‘bildungsroman’ y se declara ‘viejoven’ por naturaleza y por ambición, le fascina el proceso de sanchificación de los quijotes antes que el inverso: me gusta sentarme en el porche a contemplar el choque epifánico del revolucionario contra la realidad, llámese deuda. Ha ganado un Tsipras muy distinto del populista desorejado que llegó al poder prometiendo el gran ‘simpa’. La pedagogía intensiva de la ‘realpolitik’ arroja un Tsipras domesticado, europeísta y pragmático, que a cambio de renunciar a la magia -y de hundir a su país un poco más- ha logrado su objetivo: llegar al poder y consolidar en él a su partido, arrebatando la hegemonía de la izquierda aceptada al Pasok. O sea, lo que pretende hacerle al PSOE Iglesias -otro ganador del domingo- con su metamorfosis socialdemócrata. Que Podemos se le ‘syrice’, escindiéndose por Aragón o Andalucía, ya no le preocupa: la facción purista de Syriza ni siquiera ha entrado en el parlamento. Errejón tenía razón y Monedero queda para animar auditorios en el papel de folclórica comunista.

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22 septiembre, 2015 · 12:19

Y si Cataluña rompe España, ¿qué?

Cubierta del libro digital coordinado por Cristian Campos y Paula F. Bobadilla.

Cubierta del libro digital coordinado por Cristian Campos y Paula F. Bobadilla.

[Copio a continuación, respondido, el cuestionario que Cristian Campos y Paula F. Bobadilla me enviaron para confeccionar su inteligente, divertido y urgente libro sobre el proceso independentista que nos atufa, un volumen de entrevistas donde se dice todo lo que hay que saber sobre Cataluña en la hora grave de la enésima charlotada. Imprescindible]

¿España roba a los catalanes más de lo que roba al resto de los españoles? ¿Debe tener límites la solidaridad de los catalanes con el resto de los españoles?

“España roba” ya es un predicado inválido. España existe, y como cualquier Estado europeo existe anudada por una trama histórica de lazos varios, de los afectivos a los futbolísticos, pasando por los fiscales. Los impuestos pagan la comida de las abuelas extremeñas y el techo de los huérfanos andaluces. Un madrileño debería estar orgulloso de contribuir más que un catalán a estos nobles fines. Pagar unos impuestos justos es el orgullo de un ciudadano ilustrado, como la avaricia del rico es una regresión a la barbarie feudal. La solidaridad tiene grados, claro: desde el heroico del santo franciscano al egoísmo del avaro nacionalista. El sensato término medio que negocien los representantes públicos, mandatados por todos los españoles, marcará el límite debido.

¿Es viable social, política, cultural y económicamente una Cataluña independiente?

En demostrar que no, se perderían varias generaciones que acabarían odiando a sus padres por su ruinoso egoísmo.

¿Es viable social, política, cultural y económicamente una España sin Cataluña?

En demostrar que tampoco, se perderían muchos años de revancha centralista cateta y estéril.

¿A usted le importaría que el idioma catalán desapareciera? ¿Por qué?

Boadella y Juaristi, que han tratado bastante bien sus respectivas lenguas vernáculas, han abrazado el darwinismo lingüístico y declarado que si catalán y euskera se diluyen en la koiné global en un futuro, qué se le va a hacer. También el dodo era un animal entrañable. Pero yo no soy tan racionalista. A mí me gustaría hablar todas las lenguas de España. Con todos sus acentos.

¿Y si el que desapareciera fuera el idioma español?

Pues lo mismo a escala amplia. Pero mi destino es la lengua castellana, como escribió el bilingüe Borges. El destino de otros 500 millones.

¿Y por qué no debería permitirse que los catalanes se independizaran si así lo desean mayoritariamente?

Porque el 90% de los catalanes constituyen un porcentaje todavía minoritario de españoles. A ver si nos enteramos: la Historia y la Ley dicen que yo soy copropietario, cosoberano de Barcelona como uno de Reus es copropietario del Barrio de Salamanca. Jurídicamente es así. Y es natural que todo español reaccione cuando pretenden expropiarle y segregarle. Que el sistema autonómico haya incurrido en deformaciones asimétricas es lo que hay que corregir en la Constitución, no acentuar aún más los privilegios de los españoles de primera que son por ejemplos los vascos y navarros gracias al cupo. La construcción europea debería aplastar todas estas zarandajas decimonónicas. De todos modos si 40 años de adoctrinamiento subvencionado no han podido cosechar más de un 40% de indepes, es que ese el techo de la estulticia, o de la mera codicia con coartada patriotera. Así que el paleto mezquino de Mas, si fuera en serio, perdería la guerra civil catalana que alienta simbólicamente contra los catalanes españolistas por puro número.

¿A usted le gusta España? Suponiendo que se le permitiera vivir con su mismo nivel de vida actual en cualquier país del mundo, ¿escogería España?

España le gusta a todo el mundo, desde un etarra a un hincha del West Ham. Por eso hay que decir que no nos gusta, del mismo modo que uno pasa 15 días en Nueva York y vuelve loando sus maravillas aunque haya vivido como un refugiado. El turismo no es ciego, y el papanatismo acomplejado del español es oceánico como la estupidez y el universo.

¿Por qué debería creerme que en una Cataluña independiente se respetarían los derechos de los españoles si en la Cataluña dependiente se ha multado a comerciantes por rotular su negocio en español?

Si es que no va a pasar nada, hombre. ¡Hablamos de Cataluña, la tierra del diseño, del postureo! Todo es una farsa para tocar a menos bocas y blindar el caciquismo local. Pero en fin, la respuesta histórica a la hipótesis es que quien pierde el respeto a la ley de instancias superiores, acaba perdiendo el respeto a los derechos de sus gobernados.

¿Es España algo más que un ente administrativo puramente instrumental? ¿Qué, en concreto? ¿Lo es Cataluña?

Todavía lo es, pero acarrea más complejos de culpa por su confortable sometimiento a Franco y su Una-Grande-Libre que cualquier otra nación moderna con parecidos traumas y errores históricos, como ha probado Raymond Carr. El patriotismo constitucional es un ente demasiado sofisticado para las entendederas nativas, que sin embargo tienen extraordinariamente desarrollado el terruñismo. En la España de la taifa eterna el patriotismo lo acapara mi pueblo. Por su pueblo el español mata. Por su Estado, psché. Cataluña, como taifa española, es lo mismo: ahí está el nacionalismo del Valle de Arán.

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21 septiembre, 2015 · 10:50

Neoliberalismo y CR

Capital.

Capital.

Cuando marcó el octavo gol en dos partidos, tuiteé que lo suyo empezaba a ser ya neoliberalismo. Esa voracidad de tiburón, esa renuncia casi insidiosa a conformarse, esa fe insolente en su propia capacidad. Esa manía analógica de limitarse a hablar en el campo, privándose de buscar simpatías en la zona mixta, que es el último eslabón en la cadena de montaje del mercado fútbol: donde te ponen las etiquetas. Lo paradójico es que CR, siendo millonario, practica un fútbol industrial, que manufactura goles como Henry Ford montaba coches. Ronaldo es proletario del triplete y lobo de Wall Street. Baluarte a la vez de un individualismo anglo y un estajanovismo soviético, funda por sí solo un nuevo paradigma que merece culto, pero que demasiadas veces solo causa escándalo, frialdad, distancia reverencial cuando no odio mal disimulado. ¿Por qué?

El apetito de Cristiano es contracultural. En España está mal visto ganar mucho dinero, pero lo está aún más ganarlo trabajando. Disculpamos al pícaro que pega el pelotazo quizá porque su éxito se labra sobre contactos u oportunidades que nos quedan lejos, que no nos interpelan. Pero alguien que prospera machacándose nos envía un mensaje poco confortable: «¿Y tú qué es lo que haces?» Y eso molesta, porque normalmente no hacemos gran cosa. Estamos más cómodos compadeciéndonos que peleando el ascenso.

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Un manifiesto juvenil que no pude negarme a firmar: mantengan la compostura, niños y mayores.

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19 septiembre, 2015 · 9:44

La metamorfosis

Del ceño al desmelene.

Del ceño al desmelene.

Una mañana, tras un sueño intranquilo, Pablo Iglesias se despertó convertido en un monstruoso socialdemócrata. Estaba echado de espaldas sobre la blanda centralidad del tablero y, al alzar la melena, vio su vientre convexo y pálido, demasiado convexo y demasiado pálido aún, y lejos por tanto de las dulces curvaturas que procura una vida al solaz de la nómina de Estado; pero ya no tan inspirador, tan rugiente como antaño.

– ¿Qué me ha ocurrido?

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18 septiembre, 2015 · 12:12