
Ocurrió algo novedoso en la sesión de control, y eso que los protagonistas eran los mismos de siempre. Lo único que ha cambiado es el líder del PP, que está fuera del Congreso, y sin embargo su presencia atmosférica parece filtrarse a través de un agujero de bala de Tejero para empapar de confianza a su bancada, que falta le hacía. Esto es lo nuevo: una fe distinta en la proximidad del cambio. Varios portavoces de la oposición anunciaron a Sánchez su inminente desalojo de Moncloa no como un mero deseo, que es como sonaba hasta ahora, sino como un preaviso administrativo. Y todos sabemos que la Administración, ahora que arranca la campaña de Hacienda, es inexorable. Tic, tac.
«El fondo del oficio, para un jefe de partido, consiste en mezclarse continuamente entre los suyos e incluso entre sus adversarios, en hacerse oír, en prodigarse todos los días, en descender y volver a elevarse, a cada instante, para ponerse al nivel de todas las inteligencias; en discutir, en argumentar sin descanso, en repetir mil veces las mismas cosas bajo formas diferentes, y en enardecerse eternamente ante los mismos objetos. Y yo soy profundamente incapaz de todo eso»
según escribió:
1/ fernandez florez
2/ vos mismo, en otra vida, en otro bucle
3/ de Tocqueville, en sus recuerdos (nunca te fíes de unas memorias)
4/ el senescal de Clodoveo, templado con sus señores merovingios