
Por qué hay algo en vez de nada. Por qué el conde-duque de Olivares decidió sofocar la revuelta catalana en vez de la portuguesa. Por qué se separó Mecano, y por qué no se reconcilia. Por qué se declaran la guerra Casado y Ayuso. Son preguntas dramáticas que seguramente quedarán sin respuesta, condenadas a flotar a la deriva sobre las atónitas conciencias de millones de españoles. Pero como el sapiens desea por naturaleza saber y no puede edificar su juicio sobre las arenas de la incertidumbre, quizá podamos ensayar alguna explicación para el último de los enigmas históricos antecitados.