
Todo Madrid acudió a la llamada del genio de Morante pero fue la inteligencia de El Juli la que mejor satisfizo la expectativa de Las Ventas, atestada hasta el reloj que dio las siete de la tarde. Entrar en la plaza cargada de humo de puro y vapor de gintonic y negritas de importancia sigue reconciliando al cronista lego con el corazón rebelde de la Fiesta. Quizá haga falta menos rebeldía en lo por venir desde que la generación TikTok ha encontrado en los toros una razón estética para desafiar lo establecido. Sé de la desazón que a los puristas les provoca este mestizaje entre fiesta y Fiesta, pero deberán conceder que un valioso porcentaje de los que van a mamarse terminarán desarrollando la afición verdadera.