
Felipismo.
En España la preocupación se llama Felipe. Uno reina preocupado por lo que su familia de sangre hizo antes que él y otro sufre por lo que su familia de sigla está haciendo después de él. Se suponía que era Sánchez quien no iba a poder dormir en el camarote marxista, pero la premisa del insomnio es tener una conciencia que remuerda y un plan que vaya más allá de la votación parlamentaria de esta semana. El Rey y el presidente de la república si la hubiera comparten angustia con todos los españoles que leen las previsiones del Banco de España, pero cada cual se angustia a su manera.