
De la contienda parlamentaria en el Senado extrajimos una sospecha: Pedro Sánchez cultiva una secreta vocación de promotor inmobiliario, o al menos de vendedor de pisos. De esto último la planta siempre la ha tenido. Lo que sabemos desde este martes es que además se ve capaz de levantar una vivienda en cada centímetro de España menos en Doñana. Feijóo lo llama «el milagro de los panes y de los pisos»: aquel Pedro caminaba sobre el agua y este sobre pisos, aunque no hay ni una cosa ni la otra.