
España va mejor, ha dicho Sánchez. Y en ese momento llegó hasta el hemiciclo un eructo salido del cráter de La Palma, porque hasta un volcán sabe que Sánchez siempre miente. Cuando se cumplen dos años de la anémica victoria del PSOE en las urnas podemos concederle que al menos hay un español para el que España va mejor, que es Sánchez. A partir de ahí, como dicen los tertulianos, nos va a costar encontrar al segundo.