
Tiene usted hasta el 25 de febrero para asomarse al jubiloso interior del Teatro Español y llorar de risa con la obra en cartel de Enrique Jardiel Poncela: Es peligroso asomarse al exterior. Tres hombres de la misma familia se enamoran de la misma mujer, enamorada sinceramente de cada uno de ellos. El elenco es formidable y se agradece la evocadora puesta en escena. Jardiel murió arruinado e incomprendido en 1952, pero sabía que una noche cualquiera de 2024 el público seguiría llenando los teatros donde se representaran sus obras. Lo avisó en su epitafio: «Si queréis los mayores elogios, moríos». Combinando el enredo con el absurdo acuñó una fórmula renovadora y duradera, elegante e irreverente a la vez, que administra el humor con unas poéticas gotas de melancolía. Esta comedia se estrenó en 1942, pero las carcajadas que arranca prueban la vigencia del genio madrileño. Hay un palco de honor en el parnaso para los escritores dotados con el supremo don de hacer reír.













