
Los animales solo salen de su madriguera de confort cuando están desesperados, pero de la entrevista que Sánchez al fin concedió a Alsina me interesaban mayormente las preguntas. Una repuesta de Sánchez no importa a nadie porque procede de un animal invertebrado cuyo principal atributo es la liquidez: la abolición de la correspondencia entre lo dicho y lo hecho, entre la voluntad y la responsabilidad. Si se le inquiere por lo que ve cuando se mira al espejo, él contesta que pandemias y volcanes y guerras. La entrevista entera se redujo a una única pregunta sin respuesta que quedó flotando en el aire de las ondas como la canción de Dylan: por qué nos ha mentido tanto, presidente. «En qué», tuvo el cuajo de replicar. No quiso Alsina rematarlo en un susurro: tengo una lista pero no hará falta, Pedro, porque todo tú eres mentira.






