
Nadie cae del cielo de las finanzas a la celda del talego sin experimentar un íntimo cambio. Rodrigo Rato (Madrid, 1949) rompe un silencio de 10 años para contar su versión de la historia que mejor encarna el auge y la caída de un hombre que fue una época. Llega en moto, se quita el casco, posa paciente y descarga su conciencia con sosiego y más ajustes de cuentas que actos de contrición. Para penar ya está Soto del Real.
Usted defiende que la politización no fue el problema de las cajas en España.
Los problemas que tuve en Caja Madrid y los que vi en las otras seis cajas no eran los créditos políticos. Eran operaciones bancarias, casi todas relacionadas con hipotecas. Caja Madrid tenía sobre todo hipotecas a inmigrantes que eran un problema, y otras, como Bancaja, tenían además préstamos a promotores en los que la caja entraba con un porcentaje. Eso es típico cuando las cosas van bien. Pero cuando la demanda se frena, los bancos se adaptan ampliando capital. Las cajas no tienen a quién cargarle las pérdidas porque no pueden ampliar capital. Ahí el timing es fundamental. Todo esto empieza en 2007. En ese momento todos los partidos tenían cajas regionales y no quieren privatizarlas. Y ahí se pierde un tiempo precioso. Pero las cajas han financiado la vivienda de las clases medias españolas.







Hombre, viendo que Bustos ha encontrado a bien darme cancha a propósito de los asturianocalifornianos Alvarez, creo que probaré otra vez con el gijonés exalumno de Berkeley ¿Por qué? Por cuestiones económicas no. Soy superficial y me llaman más la atención cuestiones retóricas, como la voz de Rato, igual a la que definía una paisana hablando de una colega que la tenía «serena y empastada». Considerando como la tienen la generalidad de las vacas sagradas que pueblan y no se marchan de los pastos informativos (¿»informativos»? A veces me da la sensación de que tus colegas estarían a gusto escribiendo ‘El calendario zaragozano») es o era un oasis sonoro. Que luego haya pasado lo que ha pasado es una prueba de resistencia que, una vez acabada, nos permite un suspiro de alivio (Qué canallesca parece la sociedad española) y la recomendación a RR de que, si quiere, consulte la breve historia de las cajas de ahorro que Torres Villarroel incluye en ‘Visiones y visitas’. Estos que ves aquí, Fabio…etc etc