Archivo de la etiqueta: fe y razón

El estanquero de Alá

Antes de dirigirse hacia el tirador, a Ahmed al Ahmed se le oyó decir: «Voy a morir, díganle a mi familia que he bajado para salvar la vida de unas personas». Si preguntáramos al héroe de Bondi Beach quién le mandó bajar a morir por un puñado de desconocidos, siendo padre de dos niñas a las que iba a dejar huérfanas, quizá respondería que escuchó la llamada de Alá. Pero si preguntásemos al terrorista al que Ahmed logró inmovilizar, quizá respondería que también oyó la voz divina. Solo que a él lo llamaba a la guerra santa contra los perros judíos mientras que a Ahmed, musulmán como él, lo invitaba a dar su vida por esos enemigos ancestrales del islam que celebraban Janucá en la playa. ¿Quién se comportó entonces como un buen musulmán?

Leer más…

Deja un comentario

16 diciembre, 2025 · 18:18

Una visita a Silos

Se abre el portón de la abadía milenaria y en el umbral se recorta la menuda figura de Dionisio. Del hábito negro emergen unas manos nerviosas en las que tintinea el manojo de llaves. Me estudia con ojos serios y de pronto sonríe.

-Sígueme, que te enseño esto. Si quieres cambiarle el agua al canario, es ahí a la derecha.

Leer más…

1 comentario

2 diciembre, 2025 · 21:02

La nostalgia de absoluto que sucede los domingos

Fui el jueves a ver Los domingos, un raro milagro del cine español. Todavía no comprendo bien que la directora haya nacido en Baracaldo hace 47 años y no en la Noruega de Ibsen, en la Dinamarca de Dreyer o en la Suecia de Bergman, con perdón. Su inmersión en los claros y en los oscuros de la institución familiar no puede ser más reconocible -conflictos universales a fuerza de locales-, pero la sutileza con la que rueda Alauda Ruiz de Azúa y la obstinación con que se sustrae una y otra vez a la tentación del dogmatismo no parece de este suelo, ni de ese gremio. Nuevamente con perdón. Pero es que por aquí estábamos acostumbrados a otra cosa, doña Alauda.

Leer más…

2 comentarios

23 noviembre, 2025 · 17:51

Hipatia de Pontevedra

Entre los signos que manifiestan un nuevo renacimiento de la fe entre nosotros suele citarse el disco de Rosalía, la película de Alauda Ruiz de Azúa y el premio Princesa de Asturias del filósofo católico Byung-Chul Han; pero inexplicablemente nadie ha mencionado todavía el papel determinante de Pedro Sánchez en la revigorización de la creencia. Desde Tertuliano, apologeta cristiano del siglo II que no ocultó a los romanos la irracionalidad de su credo sino que la reivindicó («Credo quia absurdum»: «Creo porque es absurdo»), nadie había exigido un salto de fe parecido a sus correligionarios.

Leer más…

1 comentario

12 noviembre, 2025 · 20:50

Hágase la luz, dijo Rosalía. Y la luz se hizo

Que a la luz de Lux haya dicho Madonna que Rosalía es una «auténtica visionaria» induce a confusión. Pretende reivindicarse la autora de Like a prayer tantos años después, pero la aproximación de Rosalía al catolicismo entraña honduras inasequibles a aquella Madonna que descubrió el mediterráneo erótico-festivo de la monja pecadora. Ambas comparten voluntad transgresora, pero en 2025 la verdadera provocación ya no se ejerce con el cuerpo sino con el espíritu. Y esa mística revolución contra la material girl in a material world es la que abandera ahora Rosalía. Española tenía que ser.

Leer más…

1 comentario

8 noviembre, 2025 · 9:25

Justicia sin ira para Sandra

El colegio de Sandra Peña, la alumna de 14 años que se suicidó la semana pasada para no seguir soportando el acoso de tres compañeras, amaneció con los muros cubiertos de pintadas enfurecidas. «No quedaréis impunes». «Dar (sic) la cara, asesinos». «Justicia o venganza». Es la prosa justiciera que nace de la indignación moral, y habrá quien por eso tienda a disculparla. Como disculpará los señalamientos en redes sociales que están recibiendo ahora las tres acosadoras, sus fotos publicadas, sus datos personales revelados con el propósito cristalino de que sustituyan a Sandra en la hoguera incombustible del odio humano, que brota antes del idealismo que de la malevolencia. Quizá los autores de esas pintadas no sabían que Sandra y su calvario existían, y se culpan ahora por no haberlo sabido; o quizá lo sabían pero no reaccionaron suficientemente, y ahora que ya es tarde sobrerreaccionan para ahogar el remordimiento. No lo sé: somos una especie compleja capaz de fundar sucesivamente la presunción de inocencia y la cultura de la cancelación. En determinadas circunstancias vacilamos entre el ajuste de cuentas de la turba y el reproche institucional del Estado. Nos cuesta aprender que lo malo no se cura con lo peor, y que la revancha no restaura el equilibrio sino que justifica la escalada. Perpetúa el daño.

Leer más…

Deja un comentario

21 octubre, 2025 · 20:01

El testamento de Erika Kirk

El titular informa de que el funeral de Charlie Kirk mezcló la religión con la política. La noticia más bien sería que el laicismo triunfa en el país. Las emociones religiosas vinculadas a la fe en el destino manifiesto y la nación providencial recorren la vida pública de EEUU desde Lincoln hasta Obama. Lo interesante es el prisma religioso que cada época o cada líder adoptan para hacer política. El trumpismo ha adoptado el patrón narrativo del Antiguo Testamento por razones obvias: es más simple, obedece a una concepción primitiva de la sociedad, cautiva más fácilmente la imaginación. Por eso las grandes ficciones nacionales de Melville Faulkner acentúan el destino bíblico del hombre americano.

Leer más…

1 comentario

23 septiembre, 2025 · 20:15

La siniestra tarde en que Rousseau inventó el progresismo

Rousseau fundó la izquierda una calurosa tarde de 1749 en el camino de Vincennes, cuando recibió tal iluminación que el Siglo de las Luces se quedó a oscuras. Cero energético, apagón, plomos fuera. El filósofo se sentó al pie de un árbol, sintiendo cómo un hondo resentimiento de años rompía en lágrimas, y concluyó que el optimismo ilustrado era una ilusión. Un sabio como su amigo Diderot estaba en la cárcel, los pobres seguían siendo pobres, los tiranos hacían y deshacían, la gente moría con dolor y sin culpa. Porque el hombre nace bueno, pero la sociedad lo malea. Y si los defectos de los hombres traen causa de la organización social, entonces cabe producir al hombre sin defectos mediante una drástica reorganización de la sociedad. Cambiando las estructuras perfeccionaremos las conciencias. La ética debe ser sustituida por la política. La aspiración a la salvación personal será relevada por el ideal del progreso social. Pero para erradicar la injusticia del mundo futuro, decide Rousseau, el nuevo orden suprimirá la distancia entre lo público y lo privado, entre lo personal y lo político. Porque el alma es competencia del Estado.

Leer más…

1 comentario

6 agosto, 2025 · 13:51